2 de junio de 2022 | Por Rachel Humphreys
“Los niños están tan ansiosos y felices cuando reciben noticias de que tienen un mentor. Incluso si las sesiones de mentoría no son de naturaleza altamente académica, tener un adulto de apoyo que dedique tiempo regular cada semana para hacer que un niño se sienta valorado, visto y escuchado es muy impactante. Brinda a los niños la oportunidad de aprender de adultos que pueden ser modelos a seguir y brinda a los mentores la oportunidad de aprender de sus aprendices”.
“He visto lo emocionados que se ponen los estudiantes cuando sus mentores llegan a la escuela. Durante el tiempo que pasan con ellos, siempre están sonriendo y riendo, demostrando cuánto disfrutan y valoran el tiempo”.
“Cada vez que los estudiantes tienen acceso a un adulto solidario más en sus vidas, y los adultos se conectan personalmente con el sistema educativo a través de los estudiantes, ¡es algo bueno!”
“Porque cuando pienso en mi éxito como adulto, siempre pienso en todos los que estuvieron allí para ayudarme en el camino, especialmente como graduado universitario de primera generación”.
“La mentoría es un lugar seguro donde los estudiantes pueden abrirse, ser escuchados, sentirse empoderados, sentirse motivados y recibir un impulso de confianza”.
“Es de mucha ayuda para mi hijo aprender ya desarrollar sus habilidades por eso es muy importante tener mentores en nuestras escuelas.”
“Valoro la diversidad y el conocimiento que mi aprendiz y yo compartimos y también la estrecha amistad que hemos desarrollado a lo largo de los años”.
“Como padre soltero, soy muy consciente de lo difícil que es hacer malabarismos con el trabajo y brindar apoyo escolar a mi propio hijo. La mentoría permite que un niño reciba toda la atención de un adulto; esto a menudo es escaso y contribuye a la sensación de bienestar y confianza del niño”.
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