La mujer junto al pozo
Por Mayra Rodríguez
Una mujer indigna de que su nombre quede registrado en la historia pero lo suficientemente poderosa como para que su historia quede registrada en uno de los libros más poderosos e influyentes de todos los tiempos: La Biblia. Se la conoce como "La mujer junto al pozo".
Una mujer samaritana, que fue etiquetada y rechazada por la sociedad simplemente por su estatus pasado y actual; En un momento aislado, invisible, roto y abandonado, surgió una oportunidad inesperada y aprovechó el momento para cambiar su trayectoria y, en última instancia, su historia. Esta mujer es uno de mis héroes. ¿Por qué? Bueno, porque ella representa a muchos de nosotros.
Se dice que esta mujer acudía sola al pozo a la peor hora del día, las 12 del mediodía. Aunque normalmente esta práctica se hacía en unidad con las otras mujeres de la aldea, ella fue excluida de hacerlo debido a la vergüenza que representaba por ser una mujer cinco veces divorciada y porque su pareja actual no era su marido.
Un día, junto al pozo, fue recibida por Jesús, que era judío. Aunque los samaritanos y los judíos eran enemigos conocidos, Jesús no lo era para ella. La reconoció como mujer, le habló respetuosamente y vio la real su. Este encuentro la validó profundamente y tuvo tal impacto dentro de ella que algo se abrió completamente dentro de ella. Regresó corriendo a la aldea con una mentalidad diferente, llena de confianza y propósito. Habló con todos los que encontró y les dijo que conocer a este hombre llamado Jesús.
Esta mujer samaritana guió a un grupo de personas de regreso al pozo donde Jesús estaba esperando, convirtiéndose en el puente que conectaba a estos samaritanos con Jesús en este pueblo. Debajo de la vergüenza, el dolor y la indignidad que sentía esta mujer, había una líder asombrosa, una líder llena de pasión, valentía y capacidad de acercarse a sus adversarios y hablar con una autoridad recién adquirida.
La Mujer junto al Pozo es una heroína, cuyo nombre nunca se conocerá y cuya historia ha proliferado a través de generaciones recordando a otros su valentía; su redención. Ella es un verdadero recordatorio de que, sin importar nuestro estatus, nuestro pasado vergonzoso o nuestro dolor, todos tenemos capacidades, dones y un héroe poderosos dentro de nosotros, lo suficientemente fuerte como para mover montañas, impactar a otros y dejar un legado.
Puede que la Mujer junto al pozo no tenga nombre, pero tenía una voz que trascendió el tiempo y habló a mi alma.